Edith Alejandra Delgado Montemayor inició su gusto por la música a partir de los 12 años. Fue debido a una triste pérdida familiar que optó por la actividad del canto como una terapia pensando que eso le ayudaría a salir adelante y así fue el inicio de su destacada carrera como cantante.
“Les confieso que yo inicié con guitarra, luego canto, luego piano. Pero en donde despunté fue en canto, aprendí a cantar en la secundaria y en la preparatoria ya formaba parte del Mariachi de la UANL en donde fui la voz principal”, nos cuenta Edith con nostalgia.
Las oportunidades comenzaron a llegar y a los 15 años recibió la invitación para formar parte de una Opera cuyos ensayos eran en La Superior, así fue como conoció la escuela. Se decidió entonces a cursar ahí la Licenciatura en Música con orientación en Canto, sin embargo, en su casa le exigían tener una carrera profesional tradicional, fue así como estudió a la par la carrera de Contador Público.
“Al estudiar ambas ocupaciones distinguí la diferencia entre profesión y vocación. La contaduría es mi profesión, pero lo que hace feliz es cantar, esa es mi verdadera vocación”, reveló.
Para Edith, la ESMDM se convirtió en una plataforma que le permitió participar en cursos y eventos fuera de Nuevo León en donde ganó menciones especiales y elevó su profesionalismo a pasos agigantados. “Estoy bien agradecida con el Patronato porque me ayudaron a tener esa posibilidad, siempre estuve en las finales de los concursos y gané roles protagónicos gradualmente”.
Al compartir escenario con cantantes de diferentes nacionalidades, Edith descubrió que todos tienen las mismas herramientas, pero depende de cada quien perfeccionarlas. Y destacó: “La Superior te da los conocimientos para afinar tu instrumento y las experiencias para llevarte a otro nivel”.
Entre sus recuerdos más importantes como estudiante menciona las representaciones de La Flauta Mágica, las galas de La Superior en donde además pudo mostrar sus dos facetas, como cantante regional y como soprano.
Entre sus planes a futuro inmediato está el iniciar su Maestría en Educación Superior porque la docencia también la hace feliz, actividad que piensa compaginar con el performance.
Por último, como parte de nuestra Comunidad Superior, envía un mensaje a su escuela: “Muchas gracias por ser ese nido de talentos, es un semillero en donde vamos de la mano de los maestros y de nuestros compañeros. Valoro todo lo que la escuela me dio y esas oportunidades extraordinarias que nos brindan, porque de esa manera nos damos cuenta de que todo lo que necesitamos, lo tenemos ya en La Superior”, finalizó.
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