Myriam Adriana González López está cumpliendo diez años de trabajo en la Sala Chopin de la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey y para ella, ver a los alumnos madurar y crecer como artistas, es un privilegio.
Su trabajo consiste en resguardar el espacio pero también en dar servicio a los alumnos y maestros con todos los requerimientos técnicos durante las presentaciones que se realizan en ese lugar.
“Siempre me llamó la atención la magia que sucede en los teatros. Yo iba a las obras de teatro, veía el escenario y me preguntaba ¿De dónde salió esa mesa? ¿Quién colgó ese cuadro? ¿Quién puso esas sillas ahí? Todo aquello me intrigaba, por eso, cuando llegó la oportunidad de trabajar como apoyo técnico en la Sala Chopin yo ya estaba lista”, nos comentó.
Myriam desde niña quiso estudiar en La Superior, “desde que era la Carmen Romano”, nos dijo. Sin embargo, por diferentes circunstancias ese anhelo se vio truncado. Ahora, como parte de la Comunidad Superior, ella tiene la oportunidad de ver realizado ese sueño y ayudar a los alumnos a realizar los suyos.
“La mayoría de ellos pisa por primera vez un escenario en su vida aquí, en la Sala Chopin, por lo que soy testigo de esa emoción con la que llegan, veo cómo van descubriendo este espacio, como se desarrollan en el proceso de aprendizaje gracias a sus maestros y cómo van creciendo hasta convertirse en monstruos de la escena. Eso es una satisfacción enorme para todos,” comentó.
Para Myriam, La Superior es un lugar extraordinario que ofrece una proyección muy importante para todos los que ahí estudian y colaboran.
“He tenido muchas experiencias extraordinarias en La Superior, pero una que recuerdo con gran emoción fue la puesta en escena Cartas a Isabela, en donde tuve a mi cargo los efectos de sonido. Me tuve que aprender toda la obra, estar en todos los ensayos, concentrarme en toda mi capacidad para hacer los disparos en el momento indicado y fueron ¡Siete funciones! Eso fue demasiada adrenalina para mí porque además tenía que hacerlo perfecto en cada presentación, porque ¡Estás en La Superior! enfatizó.
“Esta escuela te abraza, su gran calidad y la calidez humana no tiene comparación, no lo encuentras en ningún otro lado, aquí lo tenemos todo”, finalizó.
Myriam es orgullosamente parte de nuestra Comunidad Superior.
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